7- Las cualificaciones de un Maestro Espiritual genuino

  1. Un maestro espiritual debe tener a su vez un maestro espiritual que esté relacionado con una sucesión discipular (Guru Parampara) conectada con Dios mismo.
  2. Un maestro espiritual tiene que conocer las escrituras reveladas y enseñar con su propio ejemplo.

  3. Un maestro espiritual no discrimina entre la gente, al dar su misericordia.

  4. Un maestro espiritual sigue con todo fervor la orden de su maestro espiritual.

  5. Un maestro espiritual vive en forma muy humilde, dedicando todos sus recursos al servicio del Señor.

  6. Un maestro espiritual adora al Señor en el templo.

  7. Un maestro espiritual es muy querido por Dios al refugiarse en Él completamente.

  8. Un maestro espiritual nunca se considera a sí mismo un maestro espiritual en el servicio a sus discípulos.

  9. Un maestro espiritual refuta todas las enseñanzas adversas a la devoción.

  10. Un maestro espiritual debe estar siempre consagrado al servicio y a la alabanza a Dios.

  11. Un maestro espiritual tiene un carácter de pureza en su propósito.

  12. Un maestro espiritual es libre de todos los vicios y de la desviación motivada por la lujuria, la ira y la codicia.

  13. Un maestro espiritual se esfuerza para que sus discípulos aprendan bien las escrituras reveladas y para que prediquen las glorias del Santo Nombre.

  14. Un maestro espiritual está firmemente establecido en la Verdad Absoluta.

  15. Un maestro espiritual está dedicado al servicio del Señor 24 horas por día, sus discípulos sinceros también se destacan por su exclusiva dedicación a la vida trascendental y por su renuncia a disfrutar el resultado de sus trabajos, para fines egoístas.

Hasta Krishna mismo aceptó un maestro espiritual para dar ejemplo de la importancia del mismo. Lo mismo hizo Jesucristo cuando aceptó a San Juan Bautista como su maestro espiritual, lo mismo hizo Caitanya Mahaprabhu al aceptar iniciación de parte de su maestro espiritual Isvara Puri.

Los salvadores de las almas caídas aceptan un maestro espiritual no por necesidad de ellos, sino sólo para dejar bien claro que todo el mundo necesita de un maestro espiritual genuino para aprender cómo servir y amar a Dios.